Desde mediados de mayo, Estados Unidos apretó el acelerador de las deportaciones. De acuerdo a datos recopilados independientemente por Thomas Cartwright, que forma parte del grupo de activistas migratorios Witness at the Border, en el mes de junio salieron 209 vuelos de expulsión, el mayor número desde 2020, cuando comenzó a rastrear y compilar por sí mismo esta información que las autoridades estadounidenses no comparten abiertamente. La cifra del mes pasado supone un aumento del 54% con respecto al promedio de los últimos seis meses. Es la primera vez que la Administración de Donald Trump ha logrado aumentar sustancialmente el número de deportaciones y llevar a la práctica el último eslabón de su cruzada antimigrantes.