
El primer presidente de izquierdas de la Colombia contemporánea ha sido en muchos momentos de su vida un hombre sin partido. Después de militar en la Alianza Democrática M-19, heredera de la guerrilla a la que perteneció cuando era joven, Gustavo Petro trasegó como congresista, alcalde de Bogotá y candidato presidencial por Vía Alterna, el Polo Democrático Alternativo, Progresistas o Colombia Humana. Llegó a la Casa de Nariño hace ya más de tres años con el respaldo del Pacto Histórico, una coalición de fuerzas progresistas de todo tipo que ahora busca fusionarse en un partido político para buscarle sucesor. Ese movimiento definirá un aspirante presidencial en las urnas el próximo 26 de octubre. En esa carrera de diez competidores, cinco mujeres compiten para que la candidatura unitaria se escriba en femenino.
