
Navegamos durante treinta y dos días hacia Gaza. El objetivo era claro y doble: abrir un corredor humanitario y llevar los ojos del mundo a Gaza, rompiendo el cerco de información que Israel ha impuesto durante años. En el barco HIO viajábamos nueve personas, entre ellas, las dos únicas colombianas que seguían en la misión, Manu y Luna. México y Colombia estaban representados en mi barco.

