Las grandes capitales y sus alrededores siguen siendo la primera opción para inversores y fondos que buscan edificios históricos. Madrid es un claro ejemplo: el pasado año se invirtieron más de 740 millones de euros en la compra y rehabilitación de este tipo de inmuebles, según la consultora CBRE. “Se trata generalmente edificios catalogados de arquitectura clásica con fachada y portal representativas que se están rehabilitando para darles otro uso”, asegura María Mayoral, responsable de Cambios de Uso en CBRE.