Muchos ven vapear como una alternativa “más sana” al cigarrillo, en realidad puede ser igual o incluso más dañina. Estudios recientes confirman que los vapeadores también provocan enfermedades respiratorias, del corazón e incluso generan adicción.
Aunque fueron creados para ayudar a dejar el cigarrillo, los cigarrillos electrónicos terminaron convirtiéndose en otro vicio, especialmente entre los jóvenes. La odontóloga Katherine Londoño advierte que vapear puede causar problemas en las encías, debilitar los huesos, provocar gingivitis, resequedad en la boca y aumentar el riesgo de caries.
Muchos padres no conocen estos riesgos, pero los expertos son claros: los vapeadores deben estar lejos de los niños y adolescentes, ya que pueden afectar desde el aliento hasta la capacidad para respirar bien.
“Todo empieza en casa. Hay que hablar con los jóvenes y explicarles que esto no es una moda inofensiva. La salud no se recupera tan fácil”, dice la doctora Londoño. El gran problema es que la industria disfrazó lo dañino con sabores dulces y diseños llamativos.
Y las cifras preocupan: según el Observatorio de Drogas, en Colombia uno de cada cinco jóvenes entre 12 y 17 años usa vapeadores, una cifra que duplica la de quienes consumen cigarrillos tradicionales.