
Juan Roig, el dueño de Mercadona, dijo en marzo que para mitad del siglo XXI “no existirán las cocinas”. Otro presidente ejecutivo, Antonio Hernández Callejas, de Ebro Foods, empresa fabricante de marcas como el arroz SOS, se alineaba con él hace un par de semanas: “Estoy de acuerdo con Juan en que empezarán a desaparecer. No creo que se acabe el gusto por cocinar, por la gastronomía, pero quedará reducido a los fines de semana o a eventos especiales. Si estás tú solo, muchas veces recurres a soluciones rápidas. La gente da más valor a ver algo en Netflix que a destinar media hora en hacer la cena”, dijo. Ambas compañías plantean en sus planes de expansión el impulso a los platos preparados.