Hay comilonas de chuleta de vaca madurada, vino caro o 15 cervezas en el bar del pueblo. También otros homenajes de 12 botellines y pinchos a mansalva. Litros y litros de gasolina. Los tres concejales del PP y dos del PSOE de Carrascal de Barregas (Salamanca, 1.400 habitantes) vivían como marajás a costa de fondos asignados para gastos de representación que dilapidaban en cenas, merendolas y viajes varios. Rara vez conservaban los tiques, difíciles de justificar, por estos supuestos desembolsos derivados de su acción municipal. Tras una moción de censura y la marcha de algunos concejales de ambos partidos, Noelia Merino (PSOE), ajena a los vicios de la política y sin experiencia, se encuentra aupada a la alcaldía. Con un Pleno renovado, consigue que se investigue los gatos y se obligue a los concejales derrochadores a devolver los casi 8.000 euros dilapidados en lujos durante el mandato anterior (2019-2023). Entre esos dispendios, hay múltiples tiques de 2.300 euros en un mismo establecimiento o 715 euros en gasolina en un solo mes.