
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha presentado este lunes el balance de su primer año y ha proclamado delante de toda la plana mayor del Gobierno, el Congreso y el Poder Judicial: “Estamos viviendo un momento estelar de nuestra historia”. Después ha hablado del crecimiento del PIB, de un desempleo mínimo, una inflación en caída, de un presupuesto “histórico” para programas sociales, de trenes e investigaciones científicas, de la caída de los homicidios, de su relación de cooperación con Donald Trump. Ni rastro de los 133.000 desaparecidos en el país, de la guerra desatada en Sinaloa o de las 10 mujeres asesinadas cada día. Pero la mandataria llega a su primer informe de Gobierno parapetada en una aprobación altísima, de casi el 80%, y lo sabe. “Tengan la certeza de que no voy a traicionar”, ha afirmado, “caminaré sin descanso, con rectitud y valentía, y honraré siempre la confianza depositada en mí”.