RNE: seguimos a la espera

hace 6 horas 3

A raíz de una columna publicada en este mismo medio, un día, durante la promoción de un libro, el director de Radio 3 me salió al paso en los pasillos del Ente y me acusó de mentir y difamar sobre esos colaboradores de RNE que no cobran. La cosa acabó con sus cabizbajos subordinados en silencio, abochornados, y con él de caminata por los pasillos. “¡Intolerable!¡Inaudito!”, bramaba. Yo no sabía en ese momento que las condiciones de los llamados colaboradores (que para ellos son todos los externos que hacen un programa allí) eran las que eran. En aquella columna, yo exponía que era común que determinados programas tuvieran a colaboradores que, a cambio de una sección semanal, recibían el taxi y visibilidad, esa moneda que se vende cara, pero con la que no se puede comprar nada. Hoy en día sigo sin entender por qué aceptan.

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