La descomposición en cámara lenta del partido de gobierno -el Movimiento al Socialismo (MAS)- llevaba al menos tres años y en el último semestre la pelea fratricida entre el presidente Luis Arce y su antecesor y ex promotor Evo Morales sumó un nuevo integrante, el candidato de la renovación Andrónico Rodríguez. En 2019 Morales lo había elegido como su sucesor en 2025, pero dedicó sus mejores esfuerzos para boicotear su campaña haciendo campaña por el voto nulo, con acusaciones gruesas en su contra y piedras de sus partidarios cuando votó el domingo en el Chapare cochabambino. Ese conflicto de tres, el desastroso manejo de la Economía del gobierno de Arce -que termina con escasez de combustible y dólares y creciente inflación- y las dificultades de los tres para ensayar una propuesta de futuro presagiaban lo que terminó de ocurrir: el fin del ciclo histórico del MAS.