Nvidia juega en una liga propia. La multinacional con sede en Santa Clara, emblema de la nueva era industrial de California, es una máquina de romper récords: fue la primera empresa de chips en alcanzar el billón de dólares en Bolsa y ahora logra el hito de los cuatro billones. Lo hace, además, tras encadenar ocho trimestres consecutivos de crecimiento en sus ventas. Los ingresos de Nvidia superaron los 44.000 millones en el primer trimestre fiscal de 2025, un 69% más que hace un año. Con todo, ha sabido resistir un periodo marcado por la volatilidad. A comienzos de año, la irrupción de DeepSeek —un modelo de IA chino mucho más barato— desató el pánico. El miedo a un frenazo en la inversión tecnológica espantó a los inversores, que borraron casi 600.000 millones dólares de su valor en Bolsa en una sola sesión (un récord más para la lista). Pero el coloso saborea la revancha.