Publicado por: Sara Cespedes
2025-08-12 | 6:04 pm
Foto: Minuto30
«Mi candidatura es irrelevante»: David Luna tras el asesinato de Miguel Uribe Turbay
Resumen: Tras el asesinato de del senador Miguel Uribe Turbay, el candidato presidencial David Luna ha redefinido su discurso. En un gesto de respeto, calificó su aspiración como "irrelevante" frente a la violencia que sufre el país. Luna instó a los ciudadanos a unirse y establecer "mínimos de convivencia" para enfrentar al narcotráfico, a quien describió como un enemigo "muy violento". En su campaña, ha evitado el "discurso del odio" y el populismo, proponiendo una política de ideas en lugar de confrontación. Suspendió una de sus iniciativas de campaña más novedosas, en la que se personificaba como un anciano para escuchar a la gente, un ejercicio que le confirmó que los colombianos están cansados de la confrontación.
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Tras el reciente asesinato del senador Miguel Uribe Turbay, el candidato presidencial David Luna ha redefinido su discurso, enfocándose en la sanación y la reconciliación del país. Durante una entrevista en La W, Luna expresó que la muerte de Uribe es una tragedia que roba a una nueva generación la posibilidad de crecer sin el trauma de la violencia.
En un momento de conmoción nacional, Luna calificó su aspiración presidencial como «irrelevante» frente a la brutalidad de la violencia que azota a Colombia. El candidato insiste en la necesidad de que los ciudadanos establezcan «mínimos de convivencia» para enfrentar a un enemigo común y «muy violento»: el narcotráfico. Aunque reconoce que sería «ingenuo» esperar una unidad total, enfatiza que sería «irresponsable no intentarlo».
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Luna se ha distinguido por una campaña que busca alejarse de la polarización y los insultos. Su estrategia, según él, consiste en «plantear» propuestas en lugar de solo «criticar», a lo que llama «pura politiquería». Con la convicción de que el «discurso del odio» es lo que actualmente «vende», ha decidido seguir un camino diferente, incluso si eso significa el riesgo de «fracasar».
Una de sus iniciativas más llamativas, suspendida por respeto al duelo, consistió en personificarse como un hombre de 70 años. Con esta caracterización, recorrió las calles preguntando a la gente sus opiniones sobre los políticos y sus promesas.
A través de esta experiencia, Luna concluyó que la ciudadanía está agotada de la confrontación y las promesas incumplidas, y busca soluciones a sus problemas. Su objetivo era conectar de manera auténtica con las personas, escuchando lo que normalmente no le dirían a un político.