Que el apagón del pasado lunes se resolvió en un tiempo nada exagerado para la envergadura del problema es una evidencia que permite al propio Gobierno y a Red Eléctrica (REE) defender la arquitectura energética española y el peso de las renovables. Si la apuesta por estas energías es indiscutible mundialmente, en un país como España —con viento y sol asegurados— es una gallina tan ponedora de huevos de oro como la del turismo, aunque se necesitan inversiones y decisiones que no se han tomado.