Una secuencia de video muestra a la jueza Julieta Makintach cuando simula leer unos expedientes en el escritorio de su despacho. La mujer mira a cámara y pregunta con una amplia sonrisa: “¿Qué más quieren que haga?”. En otra, el camarógrafo le pide que acomode su cabello y se presente. Se la ve también subiendo a un ascensor, caminando por los pasillos de los tribunales de San Isidro, en el extrarradio de Buenos Aires, o comentando mientras maneja su coche que lo suyo es “encontrar la verdad”. La serie cierra con la magistrada a punto de entrar a la sala del tribunal. “Es el primer día del juicio, afuera están todos muy nerviosos, están buscando justicia y paz”. El plan era que ese fuese su momento estelar, pero lo más probable es que pierda su cargo y termine con una causa penal.