Los grandes inversores mueven ficha según se acerca el desenlace de la opa del BBVA sobre el Sabadell. Tras la decisión del Consejo de Ministros de imponer una condición extra a la transacción —la obligación de mantener de forma independiente el patrimonio, la forma jurídica y la gestión— y la venta de la filial británica del Sabadell, TSB, al Santander, con la que pagará un dividendo de 2.500 millones, los grandes inversores han movido sus cartas, en un escenario en el que se percibe que la opa tiene más complicado su triunfo y el BBVA está obligado a mejorar la oferta.