El crecimiento de las economías avanzadas recuperó algo de pulso en el segundo trimestre. Entre abril y junio, el PIB del conjunto de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) escaló un 0,4%, según estimaciones provisionales publicadas por el organismo este miércoles. Esta cifra se asemeja mucho más al ritmo de expansión sostenido durante el año pasado —que encadenó tres subidas consecutivas de medio punto—, que a la floja lectura de comienzos de 2025 (0,2%). En una tónica similar, la actividad en los países del G-7 se aceleró del 0,1% apuntado hasta marzo hasta situarse en 0,4%. Esto lleva al club de las economías más ricas a anunciar un “retorno a las tasas de crecimiento relativamente estable”. Pero a la vez avisa de que detrás de esta mejora se esconden divergencias entre los miembros: la contribución de cada país se ve condicionada por la guerra arancelaria impulsada por la administración Trump.