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El novelón entre el excanciller Álvaro Leyva y el presidente Gustavo Petro tiene un nuevo capítulo, pasados apenas unos meses desde que se conocieran las cartas que el exministro dirigió al jefe de Estado acusándolo de un problema de drogadicción. Ahora la continuación de esa controversia se abre como consecuencia de una investigación del diario El País, en la que constan los intentos de Leyva de buscar apoyo para sacar al mandatario de la Casa de Nariño.
El artículo de El País señala, exactamente, que el excanciller “buscó en Estados Unidos la complicidad de Trump para tumbar a Petro”. También se revela con quiénes se reunió o quiso reunirse para tratar este asunto: “Leyva intentó acercarse a Marco Rubio, secretario de Estado, con la intención de que ayudara a ejercer ‘una presión internacional’ que culminara con la salida del poder de Gustavo Petro, presidente de Colombia. La Casa Blanca, según estas mismas fuentes, nunca tuvo en consideración la propuesta”, dice la nota.
También se mencionan otros nombres, como el del congresista Mario Díaz-Balart, representante por Florida, con quien se reunió; y el de otro congresista, Carlos Antonio Giménez, con quien tenía intenciones de encontrarse.
Precisamente, Leyva habría retomado en estos encuentros los señalamientos de drogadicción contra Petro para ayudarse a justificar su propuesta, y, según El País, dijo que tenía pruebas para demostrar que el mandatario no estaba en condiciones para gobernar a Colombia, como ya había insinuado en las cartas que le envió en meses pasados.
“Hay que sacar ese tipo [a Petro]. Ese tipo presidiendo las elecciones [las presidenciales que están por celebrarse en 2026]... es que, además, el orden público se desbordó. Eso no puede suceder, sino con un gran acuerdo nacional, en donde tiene que estar, ELN, los del Clan del Golfo. (...) Yo he hablado con los gremios más importantes”, dijo Leyva en uno de los audios, según El País.
Pero el tema es aún más complejo. Al parecer, el excanciller buscaba que, tras sacar al presidente, la vicepresidenta Francia Márquez ocupara su cargo, algo en lo que, de acuerdo con la nota de ese diario, ella participaba y estaba de acuerdo. Así lo sugirió Leyva al decir en los audios: “Está jugada”.
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También parece que el presidente se enteró de estos audios y le pidió explicaciones a Francia Márquez. “Fue un momento de enorme tensión entre ellos. Él dijo sentirse traicionado. Francia le contestó que no había actuado a sus espaldas con Leyva, que no era verdad. Insistió en que no se podía desconfiar de ella”, le dijo a El País una fuente que estuvo presente en esa reunión.
“Petro le exigió que desmintiera en público su participación en lo que él considera un complot en su contra, una suerte de golpe de Estado. Ella se negó, y desde ese momento la relación entre ambos, que ya era tirante, ha pasado a ser inexistente”, agrega la nota de El País.
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