Desconfío o tengo poco que hablar con gente que introduce continuamente en su enfático lenguaje las palabras relato, tóxico, el término anglosajón lawfare. Mañana utilizarán otras que imponga la moda. También me agotan tantos seres perfectamente instalados de la política, con empleo a perpetuidad, si no se lo montan fatal, que aseguran perder el sueño pensando todo el rato en los vulnerables.