Los hermanos Rodrigues denuncian que han caído tres veces en las redes de tráfico y trabajo forzoso en fincas de café de Minas Gerais, en el sur de Brasil. Aunque llevaban años trabajando en las temporadas de recolección, en 2022, 2023 y 2024 se enfrentaron a trabajar bajo sistemas de deuda, es decir, aquello en los que el empleador apunta como deuda el coste de transporte hacia la finca, la comida que se consume y hasta las herramientas de trabajo. Estos dos trabajadores también recibieron bajos salarios, durmieron en alojamientos en malas condiciones y sufrieron malos tratos. No fue mala suerte. Los hermanos cayeron en una práctica de explotación que se investiga desde 1995 en Brasil, país que produce el 39% del café que se consume en el mundo. La esclavitud moderna tampoco es una rareza en un país en el que 3.700 personas han sido víctimas de “prácticas análogas a la esclavitud” en plantaciones de café entre 1996 y 2023, de acuerdo con los datos de la Inspección del Trabajo en Brasil.