Dormir con el celular al lado es una práctica común, pero también una costumbre que genera dudas sobre sus posibles efectos en la salud. Para resolver estas inquietudes, DiariOriente consultó a la neuróloga María Eugenia Toro, especialista de la Universidad de Antioquia, con máster en sueño de la Universidad de Murcia y miembro de la Asociación Colombiana de Medicina del Sueño. Desde el laboratorio de sueño de la Clínica Somer, la experta aclaró algunos de los mitos y realidades alrededor de este tema.
Uno de los temores más difundidos es que dormir con el celular puede causar cáncer o tumores cerebrales. Según la especialista, esta alerta surgió hace más de 15 años, pero estudios recientes no han encontrado una asociación directa, lo que ha disminuido el nivel de preocupación. Sin embargo, aclaró que todavía se adelantan investigaciones para descartar por completo esta posibilidad.
Otro mito frecuente es el riesgo de explosión del celular al dejarlo bajo la almohada. Toro explicó que la probabilidad es baja y, en general, solo ocurre cuando la batería o el dispositivo están defectuosos. Aun así, advirtió que, si el celular está conectado a la electricidad, lo recomendable es no cubrirlo con objetos ni colocarlo debajo de la almohada.
Respecto a la calidad del sueño, la neuróloga señaló que el celular sí puede tener un impacto negativo. La luz azul emitida por las pantallas inhibe la producción de melatonina, hormona que regula el sueño, lo que dificulta conciliarlo. Además, algunos estudios han mostrado una disminución del sueño profundo en quienes mantienen el celular cerca durante la noche.
“Si nos vamos a disponer a dormir, deberíamos hacer otro tipo de actividades que no incluyan el celular, porque de lo contrario será más difícil lograr una relajación física y mental. En personas con tendencia al insomnio, esto puede aumentar aún más la probabilidad de no conciliar el sueño”, advirtió Toro.
La especialista también recordó que los contenidos que consumimos en el celular activan áreas emocionales e intelectuales del cerebro, lo que impide la desconexión necesaria para un buen descanso. Además, el uso constante de estas plataformas estimula neurotransmisores como la dopamina, lo que refuerza la necesidad de seguir usándolas.
Entre sus recomendaciones están dejar el celular a un metro de distancia de la cama, evitar tenerlo al alcance de la mano y procurar que “se vaya a dormir” media o una hora antes que la persona. También aconseja desactivar notificaciones y avisar a los contactos hasta qué hora se estará disponible. Con estas medidas, explicó, se logra desactivar el sistema de estrés, mejorar la calidad del sueño y garantizar un descanso más reparador.