
El arquitecto del 10 de Downing Street, o sus herederos, deberían de cobrar derechos de autor por el número de veces que la televisión y el cine muestran su fachada. Rehén, la serie de Netflix que desarrolla las complicadas vidas de la primera ministra de Gran Bretaña y la presidenta de Francia, protagonistas de una ficticia cumbre anglofrancesa, la muestra hasta la saciedad. La ventaja de la ficción es que la primera ministra no es Margaret Thatcher, sino una mucho más delicada Suranne Jones, lo que supone un estímulo visual para el espectador, a la vez que la presidenta es una estupenda Julie Delpy.