El 19 de septiembre de 1985, la presentadora Lourdes Guerrero cubría a un compañero que no pudo asistir a su noticiero matutino cuando, a las 07.19 horas, el foro comenzó a temblar con violencia. Visiblemente nerviosa por la intensidad del movimiento, Guerrero pidió a la audiencia mantener la calma, pero segundos después la señal de Televisa se interrumpió abruptamente. La causa fue un sismo de magnitud 8,1, que se convertiría en uno de los más devastadores en la historia de México.