Tras más de diez meses de investigaciones encubiertas, la Policía Nacional desarticuló una red dedicada a instrumentalizar menores de edad para la mendicidad en la calle 10 de El Poblado, en Medellín. En el operativo fueron capturadas siete personas, seis de ellas de nacionalidad venezolana, quienes habrían explotado a niños de comunidades vulnerables durante más de un año.
De acuerdo con las autoridades, los capturados se ubicaban diariamente en un circuito entre el Parque Lleras y Provenza, donde vigilaban a mujeres y menores de edad, en su mayoría indígenas, para obligarlos a pedir dinero a los turistas que frecuentan la zona. La estrategia consistía en armar “familias fachada” que permanecían por largas jornadas en la vía pública con bebés y niños pequeños, apelando a la lástima de los visitantes extranjeros, quienes entregaban sumas considerables de dinero sin conocer el trasfondo de la situación.
El grupo de Protección a la Infancia y Adolescencia de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá adelantó la investigación con agentes infiltrados, quienes durante meses documentaron cómo esta organización se lucraba de manera sistemática de la vulnerabilidad de los menores y de la generosidad de los turistas.
#Video así fue el operativo para desmantelar red que utilizaba hasta bebés indígenas para la mendicidad en sectores turísticos de #Medellín. En el operativo 7 personas fueron capturadas en la operación luego de 10 meses de investigación. #MañanasBlu @FicoGutierrez @ManuelVillaMe pic.twitter.com/3LUFQ4tjJf
— Blu Antioquia (@BLUAntioquia) September 18, 2025
Según el reporte, la red no solo se beneficiaba con las limosnas en efectivo —en muchos casos en dólares—, sino que habría encontrado otras formas de obtener ganancias aún más rentables, lo que fue catalogado como un hallazgo clave dentro de la investigación.
Las autoridades señalaron que la problemática de la mendicidad en Medellín, especialmente en la comuna 14, es histórica. Mientras para los residentes locales se ha vuelto parte del paisaje urbano, para los turistas representa un motivo de conmoción, lo que ha sido aprovechado por grupos inescrupulosos que ven en la explotación infantil una fuente de ingresos ilícitos.