
El Congreso de Colombia tiene una oportunidad de oro para reaccionar al transfeminicidio de Sara Millerey, la mujer de 32 años que murió ahogada en una quebrada de Bello, Antioquia, luego de que sus agresores le fracturaran los brazos y las piernas. En sus manos está evitar que naufrague el proyecto de ley integral trans, que fue radicado hace casi un año. En los dos meses que restan de la legislatura, que finaliza el 20 de junio, la Cámara de Representantes deberá aprobarlo en por lo menos uno de sus cuatro debates para evitar que se archive. Se espera que eso ocurra después de la audiencia pública que se realizó este jueves y del crimen que conmocionó a un país adormecido frente a la transfobia.