Vive hoy, ama el mañana y únete para siempre. Estos son los mantras de Tomorrowland, un sueño hecho realidad muy bien organizado y lleno de frases grandilocuentes que en cuanto pisas el terreno cobran todo el sentido. Es como una fantasía de la que cuesta salir, porque cuando se está en un festival así la evasión se apodera de las mentes y los problemas parecen no existir. “Cada rincón del festival contribuye a la sensación de estar en otro mundo”, contó a EL PAÍS Debby Wilsen, jefa de prensa del festival.