Uruguay se sumó este miércoles al puñado de países del mundo que habilitan y regulan la eutanasia bajo estrictas circunstancias de enfermedad incurable y sufrimiento extremo. Con 20 votos a favor sobre un total de 31, el pleno del Senado cerró un profuso recorrido legislativo de cinco años que concitó la atención de una sociedad casi siempre proclive a la ampliación de derechos: el 62% de los uruguayos estaba a favor de esta legalización, según la consultora Cifra. El proyecto contó con el respaldo de toda la bancada progresista del Frente Amplio, dos senadores del Partido Colorado y una senadora del Partido Nacional, ambos de la centroderecha.