“Somos un país que tiene que defenderse de un enemigo que es muy poderoso”, decía este lunes el presidente uruguayo, Yamandú Orsi, refiriéndose al crimen organizado y el narcotráfico, que esta semana trepó varios peldaños en su escalada de violencia en Uruguay. En un hecho sin precedentes desde el retorno de la democracia, dos personas atentaron este domingo contra la vivienda de la máxima autoridad del Ministerio Público, Mónica Ferrero, fiscal que cuenta con una profusa trayectoria en la persecución del tráfico de drogas. “Es un antes y un después”, fue una de las frases más reiteradas en las últimas horas por buena parte de la dirigencia política.