Se acabó la espera: uno de los entrenadores históricos del fútbol colombiano por fin logró pensionarse, ¿cuánto se demoró?

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Se le salieron unas lágrimas gruesas, de alegría. Por eso Fernando “El Pecoso” Castro se tapó la parte baja del rostro, se puso las manos en la boca y empezó a lanzarle besos, en agradecimiento, a los aficionados del Deportivo Cali, que lo aplaudieron en el estadio del cuadro azucarero el 2 de febrero del 2025.

El entrenador caldense, uno de los más importantes de la historia del fútbol colombiano, llevaba buen tiempo sin dejarse ver en público. Ese día los hinchas del Cali, cuadro con el que fue campeón en 2015 con un equipo compuesto por juveniles destacados como Rafael Santos Borré, entre otros.

Se vio conmovido. La imagen le dio la vuelta al país. Castro llevaba seis años sin ejercer su profesión. La última vez que lo hizo fue en 2019, cuando estuvo al frente del América de Cali, cuadro al que dirigió después de que ascendiera al fútbol profesional colombiano y en el que también estuvo entre 2002 y 2003.

Castro siempre fue polémico. Su carácter fuerte fue su característica principal cuando estaba en los banquillos. Son recordados los gritos a futbolistas jóvenes como William Tesillo y Fainer Torijano, cuando jugaban en el Deportes Quindío. También por protagonizar acciones polémicas como cuando le haló el cabello a un futbolista de River Plate de Argentina mientras dirigía al América en un partido de Copa Libertadores.

Su carrera en los banquillos inició en 1987, cuando dirigió al Deportes Quindío después de terminar su carrera como futbolista profesional, que empezó en 1967 y finalizó en 1984 en el Once Caldas de Manizales. En los 32 años que duró dirigiendo equipos en el fútbol colombiano, Castro estuvo en Quindío, Cúcuta, Envigado, Cali, DIM, Santa Fe, América, Millonarios, Once Caldas, Atlético Huila y Atlético Bucaramanga.

El equipo que más veces dirigió fue el Deportivo Cali, en el que tuvo tres pasos. El primero entre 1993 y 1994. El segundo en 2002. El tercero entre 2015 y 2016, cuando dejó un buen recuerdo. Para 2009, cuando cumplió 60 años la edad para pensionarse en ese momento, no tenía equipo.

Finalizando el 2008 salió de Santa Fe y no volvió a dirigir sino hasta 2010, cuando asumió la dirección técnica del Quindío. Entonces tenía la edad para recibir la mesada de jubilación, pero no contaba con las semanas cotizadas en los fondos para acceder a la misma.

Ese fue un problema que ha tenido todas las personas vinculadas con el fútbol en las décadas de los 90’s e inicios del 2000. Seguro, como ocurrió con la mayoría, los equipos donde estuvo no pagaron seguridad social durante mucho tiempo. Por eso, cuando reclamaban certificados, como ocurrió con Luis Carlos Perea con Nacional e Independiente Medellín recientemente, no le dieron certificado laboral debido a que hubo cambio de nombre y razón social entre que jugaba y la actualidad.

De acuerdo con información que publicó el periodista Juan Cortés, quien trabaja en Caracol, hace pocos días el entrenador caldense logró que le dieran la pensión. Tuvo una batalla legal de 15 años, liderada por el abogado León Arturo García, para que le reconocieran la pensión. Al final lo consiguieron.

El hombre, que durante su carrera profesional tuvo fama de mantener un carácter fuerte, logró dar un paso importante para mantener una vida tranquila, después de dedicarle más de cincuenta años al fútbol profesional.

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