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El presidente de la República, Gustavo Petro, sorprendió a propios y a extraños este martes 23 de diciembre al anunciar, durante su mensaje de Navidad a la nación, que el país contará por primera vez con un “salario mínimo vital” para el año 2026, una medida que busca garantizar un nivel de vida digno para los trabajadores colombianos y sus familias.
La iniciativa fue anunciada en medio de un contexto de tensiones por la negativa del Congreso a la Ley de Financiación, lo cual llevó al Gobierno a decretar una emergencia económica y social con vigencia por 30 días, a fin de permitir la adopción de medidas como esta sin la aprobación legislativa tradicional.
Aunque todavía no se ha confirmado el monto exacto del salario mínimo para 2026, el presidente Petro adelantó que su fijación se hará por decreto antes del 30 de diciembre, tras el fracaso de las negociaciones entre empresarios y sindicatos sobre el incremento salarial.
De acuerdo con el jefe de Estado, el nuevo salario mínimo se basará en la canasta mínima vital de una familia promedio y ajustará variables económicas como la inflación y el costo de vida, conceptos que han sido promovidos por organismos como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y están respaldados por la Constitución Política de Colombia, que establece la necesidad de remuneraciones suficientes para una vida digna.
“El salario es familiar, no individual”, manifestó Petro, señalando que el objetivo es que los ingresos de los hogares sean suficientes para cubrir necesidades esenciales como alimentación, vivienda, educación y salud.
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La medida ha generado reacciones diversas en sectores económicos y laborales del país, mientras que la opinión pública espera conocer en los próximos días el porcentaje final de aumento que será definido por el Gobierno.
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