¿Sabías que una cuarta parte de las aves del Valle de Aburrá llegan al campus de la UdeA?

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Minuto30.com .- Entrar a la Ciudad Universitaria de la Universidad de Antioquia (UdeA) es sumergirse en un verdadero oasis de vida en medio del bullicio de Medellín; así inicia un artículo pulbicado por la Udea a través de su revista oficial y en la que especifican “Las aves que «estudian» en la Universidad de Antioquia.

En él se especifica que este campus, lejos de ser solo un centro de estudio, se ha consolidado como una de las estructuras ecológicas principales de la ciudad, albergando a miles de árboles y, sorprendentemente, a cientos de especies de aves.

Su ubicación estratégica lo integra en un vital cinturón verde, colindando al norte con el Parque Norte y el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe, y al occidente con el Parque Natural Regional Metropolitano Cerro El Volador y el Campus Volador de la Universidad Nacional de Colombia. Además, está bordeada por el Río Medellín, una columna vertebral de corredores verdes que funcionan como “autopistas y ciudades para los pájaros”.

En un esfuerzo por comprender y documentar esta rica biodiversidad, investigadores de la UdeA llevaron a cabo un exhaustivo estudio: «Aves del campus central de la Universidad de Antioquia». Publicado en febrero de 2025 en el prestigioso Boletín SAO, revista científica indexada de la Sociedad Antioqueña de Ornitología, este trabajo recopiló datos de avifauna que habita o transita por Ciudad Universitaria, abarcando un extenso periodo entre 1993 y 2025.

Una Metodología Rigurosa para un Registro Histórico

La rigurosidad científica fue clave en esta investigación. Los autores no solo se basaron en sus propias observaciones realizadas entre 2014 y 2022, sino que también integraron información de artículos, libros y el robusto repositorio en línea eBird, una de las bases de datos de aves más completas a nivel mundial. Con todo este material, los investigadores realizaron una minuciosa curaduría de la información, triangulando datos para eliminar posibles confusiones entre especies o registros fuera de su rango de distribución geográfica habitual.

El resultado de este arduo trabajo es una base de datos histórica, curada y compilada de la avifauna que, hasta la fecha, habita o sobrevuela el campus central de la Universidad de Antioquia. Este estudio no solo cuantifica la diversidad de aves, sino que también ofrece una valiosa perspectiva sobre cómo ha evolucionado la avifauna en el campus a lo largo de más de tres décadas.

Un Cuarto de la Avifauna del Valle de Aburrá Concentrada en el Campus

Entre las conclusiones más impactantes del estudio, los investigadores revelan que la Ciudad Universitaria es visitada por 121 especies de aves. Este número es asombroso, ya que representa una cuarta parte de la avifauna total que sobrevuela el Valle de Aburrá. Una concentración que subraya la importancia ecológica de este espacio dentro del tejido urbano de Medellín.

La diversidad de especies incluye ejemplares de gran relevancia para la conservación:

Una especie endémica: La Ortalis columbiana, conocida popularmente como guacharaca, es una especie exclusiva de Colombia, lo que resalta la singularidad del campus como hábitat.

Cuatro especies casi endémicas: Estas aves tienen su mayor población en Colombia, aunque su distribución se extiende a otros países. Entre ellas se encuentran el colibrí coliazul (Saucerottia saucerottei), el periquito de anteojos (Forpus conspicillatus), el carcajada (Thamnophilus multistriatus) y la tangara rastrojera (Stilpnia vitriolina).

Tres especies amenazadas a nivel global: La presencia de la cotorra frentiroja (Psittacara wagleri), el pibi boreal (Contopus cooperi) y la reinita cerúlea (Setophaga cerulea) en el campus es un indicador crítico de la importancia de estos corredores verdes para la supervivencia de especies vulnerables a nivel mundial.

Migrantes y las Aves Más Representativas del Campus

El estudio también documentó la presencia de 25 especies migratorias boreales, aves que viajan desde el norte de América, utilizando el campus como un punto estratégico en sus largas travesías. Adicionalmente, se identificaron cuatro especies con migración altitudinal, un fenómeno de corta distancia que ocurre entre diferentes altitudes.

En cuanto a las familias de aves con mayor representatividad, los atrapamoscas (familia Tyrannidae) lideran la lista. Estas aves, que se alimentan principalmente de insectos, son controladores biológicos naturales. Un visitante común en la UdeA es el bichofué (Pitangus sulphuratus), conocido por frecuentar zonas con presencia humana. En segundo lugar, se encuentran las tángaras (familia Thraupidae), reconocidas por sus colores vibrantes y su pico grueso.

Para una comprensión más profunda de los hallazgos, los investigadores clasificaron las especies según su frecuencia de visita: 52 especies fueron reportadas como comunes, 27 como ocasionales y 42 como raras. Este detalle permite entender la dinámica de la avifauna y cómo su composición ha cambiado a lo largo del tiempo, consolidando a la Ciudad Universitaria como un laboratorio vivo de biodiversidad y un testimonio del impacto positivo de los corredores verdes urbanos.

Aves Migratorias llegan a la UdeA

En el reporte sobre las aves que visitan la Universidad de Antioquia (UdeA), se identificaron algunas especies migratorias boreales, provenientes de Norteamérica. Estas aves migran durante el invierno debido a la disminución de alimentos y a las bajas temperaturas en sus regiones de origen. Al llegar a los trópicos, encuentran una oferta constante de recursos que les permite sobrevivir y prepararse para el viaje de regreso.

El investigador Sergio Chaparro Herrera, del grupo de Ecología y Evolución de Vertebrados, explicó que algunas especies recorren entre 4.000 y 9.000 km, y que, aunque la mayoría regresa a sus zonas de reproducción, hay excepciones. En lugares como el Valle de Aburrá, algunas aves migratorias deciden quedarse y se convierten en poblaciones residentes.

Estas aves comienzan a llegar al Valle de Aburrá alrededor de septiembre, alcanzando su pico de migración en octubre y regresando hacia abril. Durante su paso, muchas se orientan siguiendo las costas o cordilleras como los Andes. Medellín, por su ubicación estratégica en el noroccidente de Sudamérica, es un punto clave en su ruta migratoria. El campus de la UdeA les ofrece refugio y alimento, lo que facilita su descanso y recuperación.

Según el profesor Juan Luis Parra, es común observar especies como las reinitas migratorias alimentándose de insectos, o a aves como los gavilanes cuaresmeros y gallinaciegas migratorias utilizando el campus como sitio de parada. Estas observaciones reflejan la importancia del entorno universitario como hábitat temporal para estas viajeras aladas.

24% de las aves del Valle de Aburrá llegan a UdeA

La información recopilada en el estudio permitió reconocer los servicios ecosistémicos que prestan las aves, fundamentales para el equilibrio natural. Algunas especies, como los colibríes, cumplen funciones esenciales como la polinización, mientras que otras actúan como dispersoras de semillas, favoreciendo la regeneración de áreas verdes y bosques.

Además, aves depredadoras como los búhos contribuyen al control de plagas al alimentarse de insectos grandes y roedores. Según el investigador Sergio Chaparro Herrera, conocer el papel de estas especies en el ecosistema permite valorar su importancia y entender mejor las dinámicas naturales que sostienen la biodiversidad.

Estudiar las aves también ofrece información valiosa sobre el estado de los ecosistemas, ya que actúan como bioindicadores que reflejan cambios en el entorno. El profesor Juan Luis Parra destacó que este tipo de investigaciones ayuda a evaluar la sostenibilidad de las áreas urbanas, no solo a través de parámetros físicos como el aire o el agua, sino también observando a los organismos que habitan en ellas. En ese sentido, la biodiversidad local se convierte en una herramienta clave para medir la calidad ambiental.

Un dato relevante es que, para 2025, se han registrado 121 especies de aves en Ciudad Universitaria, lo que representa el 24 % de las especies del Valle de Aburrá. Esto significa que una cuarta parte de las aves del valle pueden encontrarse dentro del campus de la Universidad de Antioquia, convirtiéndolo en un espacio privilegiado para la observación y conservación de la avifauna.

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