Rosalía, Messi y los últimos románticos

hace 5 horas 4

La vida se volvió un mercado hace ya mucho y nos hizo unos descreídos con razón, dispuestos a ver en cada cosa intereses y segundas intenciones. Tiene hasta sentido que los fondos de inversión tomen el fútbol, si nos quieren vender camisetas y discos y suscripciones a un canal y productos prescindibles, si quieren privatizar el miedo y el gozo y hasta las ideas y, al precio de un realismo descarnado, acabamos por sospechar de cualquier emoción: porque todo el mundo quiere algo de nosotros y porque siempre hay gato encerrado.

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