Desde Barranquilla, el presidente Gustavo Petro respaldó la posibilidad de un paro nacional indefinido si así lo decide el pueblo, luego del rechazo del Senado a su propuesta de consulta popular.
En un encendido discurso, el mandatario criticó a los congresistas que votaron en contra de las 12 preguntas planteadas, dejando claro que, en su visión, el pueblo fue desoído por las élites políticas. Aseguró que no busca reelección ni protagonismo, y que su apoyo a las movilizaciones no responde a intereses personales, sino al mandato ciudadano.
Petro también anunció que delegará su rol de dirigente en la Coordinadora Nacional Popular, cediendo el liderazgo a los movimientos sociales. Además, cuestionó públicamente a senadores como Antonio Zarabaín, Mauricio Gómez Amín, Carlos Meisel y al presidente del Senado, Efraín Cepeda, por votar en contra del proyecto, señalando que el pueblo no debería seguir respaldándolos en las urnas.
El presidente insistió en que las movilizaciones deben mantenerse pacíficas y sin bloqueos, pero advirtió que no reprimirá al pueblo si se lanza a la calle en protesta.
“Si toca ir a una huelga indefinida, el presidente estará del lado del pueblo”, afirmó, rematando con un llamado a la oligarquía para que escuche las demandas sociales antes de que el descontento derive en una “revolución”.