Aunque el guayabo, no tiene un «antídoto» milagroso, sí existen estrategias en la evidencia médica que facilitan la recuperación
La hidratación adecuada, preferiblemente con sueros de rehidratación oral, es crucial para corregir desequilibrios de líquidos y electrolitos como sodio, potasio y magnesio, aliviando síntomas comunes como el dolor de cabeza, la fatiga y la sed intensa.
El descanso es otro pilar fundamental. Dormir permite que el organismo complete su proceso de eliminación del alcohol, reduciendo la irritabilidad, la lentitud mental y el cansancio. Asimismo, consumir alimentos suaves y ricos en carbohidratos, como frutas o harinas, ayuda a estabilizar los niveles de glucosa en sangre, que suelen descender tras el consumo excesivo de alcohol.
Peligro de las mezclas y factores agravantes
La Dra. Melo y el Hospital Infantil Universitario de San José advierten enfáticamente sobre los riesgos de mezclar alcohol con medicamentos, energizantes o sustancias psicoactivas. Esta práctica, cada vez más extendida entre los jóvenes, aumenta significativamente la toxicidad y el riesgo de complicaciones cardíacas, neurológicas y hepáticas. La especialista subraya: «A pesar de la presión social por las fiestas, hay que evitar los excesos y las mezclas peligrosas que pueden empeorar la toxicidad del alcohol».
El análisis del Hospital Infantil Universitario de San José resalta que gran parte de las complicaciones atendidas en urgencias no solo se deben a la cantidad de alcohol, sino también a decisiones inadecuadas tomadas durante y después de la ingesta. Entre los factores más frecuentes que agravan la resaca y aumentan las intoxicaciones se incluyen:
- La falta de hidratación constante.
- Creencias erróneas sobre cómo «prevenir» o «curar» el guayabo.
- El consumo de bebidas de origen desconocido o adulteradas.
- La participación en retos de ingesta rápida o en grandes cantidades.
- Las mezclas peligrosas con medicamentos o sustancias estimulantes.
Un consumo acelerado, como los shots o retos virales, supera la capacidad del cuerpo para metabolizar el alcohol, lo que genera niveles tóxicos que pueden requerir atención médica inmediata.
Prevención y señales de alarma
Si bien la recomendación más segura es evitar el consumo de alcohol, el Hospital Infantil Universitario de San José comparte medidas para disminuir riesgos:
- Optar por bebidas de procedencia confiable.
- Comer antes de consumir alcohol, priorizando alimentos con grasas saludables y carbohidratos.
- Mantener una hidratación constante.
- Establecer y respetar límites personales.
- Evitar mezclar alcohol con medicamentos, energizantes o sustancias psicoactivas.
- Elegir bebidas con menor graduación alcohólica y evitar consumos acelerados.
Cuando el guayabo ya está presente, las recomendaciones clave son: hidratarse con suero oral, ingerir alimentos suaves, descansar y evitar la automedicación.
Es fundamental buscar atención médica inmediata si se presentan signos de alarma como confusión, somnolencia extrema, vómito persistente o con sangre, convulsiones, dificultad para respirar o dolor abdominal intenso. Estos síntomas pueden indicar una intoxicación severa, daño hepático, complicaciones neurológicas o la presencia de alcohol adulterado.
El guayabo no es un simple malestar; implica deshidratación, alteraciones metabólicas y una sobrecarga tóxica del organismo. Las prácticas populares para «curarlo» no solo fracasan, sino que pueden agravar el cuadro clínico. Comprender cómo responde el cuerpo al alcohol y actuar con criterio informado es fundamental para prevenir complicaciones y celebrar con responsabilidad.
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