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Medellín vuelve a marcar un hito en el país al convertirse en la primera ciudad de Colombia en implementar un Modelo de Gestión Integral de Calidad Acústica o Ruido, establecido mediante el Decreto 0632 de 2025. Con esta herramienta, la capital antioqueña busca prevenir, controlar y reducir la contaminación acústica, considerada uno de los problemas ambientales y de salud más relevantes en entornos urbanos.
El modelo contempla ocho componentes principales: zonificación, movilidad, quejas, zonas críticas, tecnología, sanción, cultura y seguimiento. Con ellos, la ciudad incorporará el ruido como criterio en la planificación urbana, en proyectos de infraestructura y en el transporte público, que contará con un fondo para modernizar buses y taxis hacia tecnologías más silenciosas. Asimismo, los eventos masivos deberán cumplir estándares de sostenibilidad y respeto hacia las comunidades vecinas.
Hasta ahora, Medellín ha avanzado en la actualización de los Mapas Estratégicos de Ruido, que permiten identificar las zonas más críticas y priorizar intervenciones. También ha promovido campañas de cultura ciudadana, como la Semana de la Tranquilidad, y junto al Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha ejecutado un Plan de Acción contra el Ruido, vigente hasta 2030.
La secretaria de Medio Ambiente, Marcela Ruíz, destacó el impacto de este nuevo instrumento: “es un instrumento que nos permite avanzar articuladamente en reducir los niveles de ruido. Tenemos una identificación de las zonas críticas o saturadas, una serie de medidas frente a metas de mejoramiento de la calidad acústica, y elementos para incluir la variable ruido en la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que la exposición prolongada al ruido puede ocasionar enfermedades cardiovasculares, alteraciones del sueño y estrés crónico. En Medellín, la población afectada pasó del 9,2 % en 2018 al 10,7 % en 2022. Solo en 2024, el 19 % de las quejas recibidas en la línea 123 fueron por ruido.
Con este decreto, Medellín da un paso decisivo hacia la protección de la salud, la convivencia ciudadana y la construcción de entornos urbanos más tranquilos y sostenibles.
La meta es clara: menos quejas, más tranquilidad y mejor calidad de vida para todos.
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