En un albergue de la Ciudad de México conocí a cuatro familias palestinas que, después de haberlo perdido todo en uno de los conflictos más devastadores de nuestro tiempo, han encontrado refugio en nuestro país. Sus relatos llegan como ráfagas: la vida que dejaron atrás, sus historias de amor, los horrores del ataque armado que afecta de manera desproporcionada a las personas más vulnerables, la tierra perdida, los sabores que extrañan —parece que las albóndigas siempre son mejores en casa—, las cosas que ya no se pueden recuperar. Casas, trabajos, calles que tenían nombre y ahora son escombros.
Luis Gerardo Méndez es actor y productor mexicano.