La nota de Petro en economía

hace 4 semanas 14

John Chica, Economía para todos

“La economía no es perfecta ni desastrosa; es complicada, con luces y sombras que merecen un análisis serio más allá de las peleas políticas”.

Por John Chica. Colaboración con Oriente Capital (@oriente.capital).

En Colombia es casi imposible hablar de política sin que la conversación se vuelva una pelea. Unos dicen que todo está perfecto, otros que todo es un desastre. Pero ¿qué pasa si tratamos de evaluar la economía del país de manera objetiva, sin dejarnos llevar por las pasiones políticas? Eso fue exactamente lo que intentamos hacer con un grupo de estudiantes universitarios y algunas herramientas modernas de análisis.

El experimento fue sencillo pero revelador. Les pedimos a 20 estudiantes de fundamentos de economía, divididos en grupos, que evaluaran cómo le ha ido al Gobierno Petro en cinco temas económicos clave. Podían usar noticias, inteligencia artificial para buscar información, pero con una condición: tenían que pensar con su propia cabeza y usar los conceptos que habían aprendido en clase. No queríamos que repitieran lo que dice la prensa partidista ni que la tecnología pensara por ellos.

Los resultados fueron sorprendentemente consistentes y muestran una realidad más matizada de lo que usualmente escuchamos en redes sociales o noticieros. Empecemos por lo básico: ¿está creciendo la economía del país? Aquí la respuesta de los estudiantes fue clara: “más o menos”. El 90% calificó el crecimiento como regular. Colombia está creciendo entre 2 % y 3 % al año, lo cual no está mal, pero tampoco es espectacular para un país que necesita generar muchos empleos y mejorar la calidad de vida de su gente. Es como sacar 3.5 en un examen: pasas, pero sabes que puedes dar más.

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El tema del empleo fue donde el Gobierno recibió las mejores calificaciones. Siete de cada diez grupos dijeron que aquí las cosas van bien. Y tienen razón: el desempleo ha bajado notablemente, llegando a niveles que no veíamos hace tiempo. Esto significa que más familias tienen ingresos, lo cual es una noticia genuinamente buena. Pero los estudiantes también fueron inteligentes al notar un problema: más de la mitad de estos empleos son informales, es decir, trabajos sin prestaciones, sin seguridad social, sin garantías. Es como tener trabajo, pero sin los beneficios que deberían venir con él.

En cuanto a la inflación —o sea, qué tanto suben los precios de las cosas que compramos— los estudiantes fueron generosos con el Gobierno, aunque técnicamente esta no es su responsabilidad directa. El 60 % dijo que las cosas van bien en este frente. Y es entendible: veníamos de una época en que los precios se dispararon hasta más del 13 %, y ahora están alrededor del 5 %. Sigue siendo más de lo ideal, pero es un alivio comparado con lo que vivimos hace un par de años. Los estudiantes entendieron correctamente que de esto se encarga principalmente el Banco de la República, no el presidente.

Las cosas se ponen más complicadas cuando hablamos de cómo le va a Colombia en el comercio con otros países. Aquí la mayoría de las evaluaciones fueron regulares o malas. El problema es que seguimos dependiendo demasiado de vender petróleo, carbón y productos agrícolas, y cuando los precios de estas cosas bajan en el mundo, a nosotros nos va mal. Es como tener un negocio que solo vende tres productos: si esos productos no se venden bien, todo el negocio sufre. Los estudiantes notaron que, aunque las remesas —el dinero que mandan los colombianos que viven en el exterior— han ayudado mucho, el país sigue siendo muy vulnerable a lo que pase en otros lugares.

Pero donde todos los grupos estuvieron de acuerdo fue en el tema más preocupante: las finanzas del Gobierno. El 100 % calificó esto como malo. Y es que Colombia está gastando muchísimo más dinero del que recibe, creando un déficit récord que supera el 7 % de toda la economía del país. Para entenderlo fácil: es como si en tu casa gastaras 70 000 pesos por encima de cada millón que te ganas, pidiéndoles prestado el resto a los bancos y otros financiadores. Eso puede funcionar por un tiempo, pero eventualmente te vas a meter en problemas serios.

Lo más interesante de este ejercicio es que muestra una realidad compleja, muy diferente a los extremos que vemos en las redes sociales. El Gobierno ha logrado cosas importantes, especialmente en generar empleo, y ha mantenido cierta estabilidad básica en la economía. Pero también enfrenta problemas estructurales serios, especialmente en el manejo de las finanzas públicas, que podrían comprometer cualquier logro futuro.

Esta evaluación, hecha por jóvenes que estudian estos temas pero no tienen compromisos políticos, nos enseña algo valioso: es posible analizar la realidad económica del país sin caer en fanatismos. La economía no es perfecta ni desastrosa; es complicada, con luces y sombras que merecen un análisis serio más allá de las peleas políticas.

Postdata: Si fuera el profesor de Economía de Petro y tuviera que ponerle una nota final basada en esta evaluación estudiantil, le daría un 2.8 sobre 5.0. Es una calificación que refleja un desempeño irregular: sobresale en la generación de empleo, mantiene estabilidad básica en crecimiento e inflación, pero tiene desempeño deficiente en comercio internacional, y reprueba rotundamente en sostenibilidad fiscal. Como profesor, le diría que tiene las herramientas para aprobar la materia, pero necesita urgentemente corregir el manejo de las finanzas públicas antes de que ese problema arrastre todas las demás notas. Es el típico estudiante que entiende algunos conceptos, pero comete errores graves en los fundamentos que pueden costarle todo el semestre.

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