La miel de la vida
Resumen: En la mitología los antiguos dioses del Olimpo se hacían servir por la diosa Melisa (abeja en griego) una bebida inmortal: la ambrosía, fabricada con miel. Es indudable que la miel tiene cualidades reconocidas
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Un viejo refrán dice: «come miel y vivirás mucho y bien». La miel como concepto está asociada a efectos positivos en la vida, lo cual significa que la tradición milenaria ha apelado a ella con resultados valiosos. Muchos usos tiene la miel natural, especialmente en las personas mental y físicamente activas. En ellos tiene mayor valor su consumo por su contenido energético asociado a otros nutrientes. Muchos con unas poderosas cualidades antioxidantes.
La miel de abejas es un alimento con numerosas virtudes medicinales y nutritivas. La historia demuestra que los primeros homínidos la utilizaron ampliamente y apreciaban su sabor. Los egipcios la conocían muy bien y no solo se alimentaban de ella, también la usaban para embalsamar a sus momias por las propiedades bactericidas y conservantes.
En la mitología los antiguos dioses del Olimpo se hacían servir por la diosa Melisa (abeja en griego) una bebida inmortal: la ambrosía, fabricada con miel. Es indudable que la miel tiene cualidades reconocidas y utilizadas por los humanos desde tiempos remotos, como alimento y con poder natural dulcificador dos veces mayor que el azúcar de caña. Existen diversas referencias históricas a esta sustancia.
Además de las citas bíblicas, muchos otros pueblos, como los antiguos egipcios o los griegos, por ejemplo, se referían a la miel como un producto sagrado, llegando a servir como forma de pagar los impuestos. En excavaciones egipcias con más de 3.000 años fueron encontradas muestras de miel perfectamente conservadas en vasijas, lo mismo ocurrió en Pompeya. También existen registros prehistóricos en pinturas rupestres de la utilización de la miel.
Son conocidas diversas variedades de miel que dependen de la flor utilizada como fuente de néctar y del tipo de abeja que la produjo. Pero como éstas la fabrican en cantidad cerca de tres veces superior de lo que necesitan para sobrevivir, siempre fue posible, primeramente, recoger el exceso para el ser humano. Más tarde realizarse la domesticación de las abejas para el fin específico de obtener su miel, técnica conocida como apicultura.
La miel es un fluido dulce y viscoso producido por las abejas a partir del néctar de las flores, de secreciones de partes vivas de plantas o de excreciones de insectos chupadores. Las abejas lo recogen y transforman con substancias propias y lo almacenan en panales donde madura. Sus cualidades físicas, químicas y organolépticas vienen determinadas por el tipo de néctar que recogen las abejas.
La miel no es sólo dulce. Si revisamos cuidadosamente su proceso de elaboración, y examinamos su composición, descubrimos que es una fuente importante de nutrientes que favorecen especialmente a quienes se exponen a actividades exigentes como altos niveles de estrés (físico y mental) y en los deportistas. Su valor nutritivo merece un análisis cuidadoso.
A pesar del alto poder endulzante, ha sido un alimento nutritivo. La miel virgen también contiene enzimas que ayudan en la digestión, así como diversas vitaminas y antioxidantes. Por esto suele recomendarse el consumo a temperaturas no superiores a 60°C. A mayor temperatura empieza a perder propiedades beneficiosas al descomponerse algunas de estas sustancias.
Debido a su contenido de azúcares simples, de asimilación rápida, la miel es altamente calórica (cerca de 3,4 kcal/g) aunque un poco menos que el azúcar común, por lo que es útil como fuente de energía en las personas físicamente muy activas. Es una energía viva sin «calorías vacías», lo cual le otorga mayores ventajas frente a otros carbohidratos simples. Un consumo alto podría causar trastornos como alteraciones de azúcar en la sangre. No se recomienda en diabéticos, ni en personas que tengan historia de sufrir hipoglicemia.
Se preserva muy bien, es altamente perdurable y no caduca. Gracias a su alta concentración de azúcar, mata las bacterias por lisis osmótica. Las levaduras aerotransportadas no pueden prosperar en la miel debido a la baja humedad que contiene. Los traslados de cuerpos humanos en la antigüedad se hacían sumergidos en miel; por ejemplo Alejandro Magno fue llevado desde Babilonia hasta Alejandría en Egipto en el 323 a. C. y el de Agesilao II, rey de Esparta, desde Egipto hasta su ciudad natal en el 360 a. C., utilizándose miel para evitar la descomposición.
El efecto preservante de la miel se debe a su baja concentración de agua y es idéntico al que permite la prolongada conservación de los dulces y de las frutas en almíbar donde el alto contenido en azúcar disminuye la cantidad de agua. En los deportistas se recomienda en la fase de recuperación, empleando dos cucharaditas con frutas una hora antes de acostarse. Tiene también moderados efectos que ayudan a eliminar el alcohol del organismo en individuos que lo consumen, al activar el metabolismo del hígado.
Para esfuerzos físicos prolongados se recomienda preparar bebidas energéticas con miel mezclada con un poco de té verde. En las carreras atléticas que terminan con un “Coffee partie” se sugiere servir “Cold brew” (café en frío) ligeramente adicionado con miel de abeja, para ayudar en la recuperación con hidratación y reposición energética. La miel favorece la oxidación de las grasas, la liberación de energía y ayuda a eliminar toxinas. Eso sí, como dice el refrán: “No te emborraches de miel, que el despertar es de hiel”.
Apostilla: las abejas tienen un papel esencial en el ecosistema. La producción de la alimentación y la biodiversidad mundial depende de ellas. Dado que las poblaciones de abejas están disminuyendo drásticamente a escala global, estos insectos son más necesarios que nunca y deben protegerse prioritariamente.
Director médico Instituto Colombiano de Medicina Epigenética
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