La Feria de las Flores 2025: Orgullo, tradición y un millón de sonrisas

hace 3 días 1

roberto antonio caro

La Feria de las Flores 2025: Orgullo, tradición y un millón de sonrisas

Resumen: El desfile, verdadero alma de la feria, fue un viaje al pasado y al presente. Al ver pasar a cada silletero, cargando con orgullo estructuras que parecían jardines ambulantes, no se veía solo belleza; se veía la historia de un pueblo campesino que convirtió su trabajo en arte

Este resumen se realiza automáticamente. Si encuentra errores por favor lea el artículo completo.

Medellín volvió a demostrar que su corazón late al ritmo de las flores, la música y la tradición. La Feria de las Flores 2025 no solo fue un evento, fue una fiesta colectiva donde la ciudad entera se convirtió en escenario, anfitriona y protagonista. Miles y miles de turistas llegaron desde todas las regiones de Colombia y del mundo, atraídos por esa magia que solo aquí se vive: la cultura silletera.

El desfile, verdadero alma de la feria, fue un viaje al pasado y al presente. Al ver pasar a cada silletero, cargando con orgullo estructuras que parecían jardines ambulantes, no se veía solo belleza; se veía la historia de un pueblo campesino que convirtió su trabajo en arte. Las silletas, llenas de colores vibrantes, contaban historias: unas hablaban de amor por la tierra, otras de esperanza, otras de la memoria de quienes ya no están. Cada aplauso, cada “¡gracias!” que salía del público era un tributo a esa herencia recibida de los abuelos, transmitida con orgullo de generación en generación.

Las calles rebosaban de alegría. Desde la mañana hasta la noche, Medellín fue un mosaico de risas, conversaciones, aromas de comida tradicional y ese humo característico de los tabacos que se comparten entre amigos. Las familias se reunieron en los parques, las parejas pasearon entre conciertos y exhibiciones, y los visitantes descubrieron que aquí, la hospitalidad es tan grande como las montañas que nos rodean.

Este año, la inmensidad del público fue impactante: un mar de gente que, lejos de volverse caos, se convirtió en una marea de respeto y convivencia. Ni la lluvia, ni el viento, ni el cansancio lograron apagar el entusiasmo. Por el contrario, cada momento parecía alimentar la llama de la fiesta.

Y así, Medellín cerró su Feria de las Flores 2025 dejando un mensaje claro: aquí la cultura no es solo para mostrar, es para vivirla. Es un acto de amor colectivo que une a propios y extraños, que reafirma la identidad de un pueblo y que, año tras año, se consolida como uno de los eventos más queridos de Colombia.

Con el corazón lleno y las calles aún impregnadas del aroma floral, ya empieza la cuenta regresiva. Porque quien vive esta feria una vez, sabe que siempre querrá volver. ¡Hasta el próximo año, mi paisa Medellín!

Aquí más Columnas de opinión

Las opiniones que aquí se publican son responsabilidad de su autor.


Leer el artículo completo