La Democracia… sigue en peligro
Resumen: No hay hechos aislados en la acción perturbadora de la izquierda. Mientras unos indígenas, campesinos y afros se toman instituciones y bloquean calles en Bogotá; otros bloquean la vía Panamericana
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¡Qué raro! El llamado Congreso de los Pueblos se tomó la Universidad Nacional con 2.000 personas, sin que ningún ministerio o entidad oficial tuviera idea de lo que pasaba y de lo que iba a pasar en el campus ni en otros cinco sitios en la ciudad, donde se distribuyeron para armar cambuches, bloquear avenidas y ensuciar muros con sus consignas de “Aquí en la lucha”.
Que peco de suspicacia retorcida me dirán desde la izquierda, pero algo no huele bien en esta movilización, que me recuerda los inicios de la toma narcoterrorista disfrazada de estallido social.
Primero: los motivos suenan a telón de utilería, como la reforma de Carrasquilla. Para el representante de las comunidades negras, el propósito es dialogar sobre “el mapa político actual y cuál es la nueva Colombia que se plantea desde los pueblos”. Es aún más extraño que el Congreso de los Pueblos, conformado mayoritariamente por comunidades campesinas, indígenas y negras que no viven en las ciudades, vengan a Bogotá dizque a un “gran plantón para exigir una reforma urbana integral y popular”. ¡Qué raro!
Segundo: El gobierno, que no solo apoya y financia estas movilizaciones, sino que rechaza cualquier insinuación de infiltración terrorista, como lo hizo con la Primera línea, hoy declara, en boca de Benedetti, que hay estructuras criminales detrás de las tomas. ¡Qué raro!
Me suena que el ministro, experto en ambivalencia, hace apenas el papel de malo, pues para el gobierno es más que oportuna la presión del Congreso de los Pueblos en la capital, mientras se discuten la reforma pensional y la de salud.
Tercero: No hay hechos aislados en la acción perturbadora de la izquierda. Mientras unos indígenas, campesinos y afros se toman instituciones y bloquean calles en Bogotá; otros bloquean la vía Panamericana, generando caos y enormes perjuicios al país. ¡Qué raro!
Cuarto: la organización. ¡Y qué organización! La movilización, la dotación de carpas y vituallas, la toma sincronizada de diferentes puntos en la ciudad. Que no digan ahora que es una manifestación espontánea del pueblo. Y a propósito: ¿Quién la financia? ¡Qué raro!
Ni qué decir de su principal vocera, Erika Prieto, empleada pública en la Unidad de Trabajo Legislativo del senador del Pacto Histórico, Robert Daza. Buen tema para la Procuraduría. Con un discurso alineado con el de Petro sobre fascismo, antiimperialismo, codicia capitalista y poder popular, esta mujer comunista y locuaz andaba por Venezuela en enero, en la posesión de Maduro y el “Festival Mundial Antifascista” de Caracas, donde declaró, entusiasmada hasta las lágrimas, que “La democracia venezolana es la más fuerte y real del continente”.
La nuestra “está en peligro”, como bien titula María Fernanda Cabal su último ensayo – los invito a leerlo –, en el que desenmascara la amenaza comunista que se instaló y pretende perpetuarse en Colombia…, si lo permitimos en 2026.
@jflafaurie
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