El cantante colombiano Juanes compartió este fin de semana un sentido mensaje para despedir a su madre, Alicia, fallecida el pasado 8 de septiembre a los 95 años. En su publicación, el artista expresó el profundo vacío que deja su partida y recordó su papel como guía espiritual y afectiva en su vida.
“Mi madre adorada emprendió el viaje hacia una mejor vida, llevándose con ella gran parte de mi existencia”, escribió Juanes, al describirla como “sabia, generosa, optimista, la mejor mamá y abuela, la consejera, la irreverente y la insustituible”. El artista relató que mantenía con ella una estrecha relación diaria, pidiéndole su bendición “desde donde estuviera” y reconociendo que le enseñó la fe “a través del amor”.

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En el mensaje, Juanes afirmó que su madre “fue, y será, tan eterna que me deja una luz inmensa que ocupará su vacío” y agradeció los gestos de apoyo recibidos desde distintas partes del mundo. También evocó la idea de que ahora su madre “está feliz en la paz y el descanso eterno” y que ha vuelto a reunirse con familiares fallecidos.
“Como decía mi mamá… los adoro”, concluyó el cantante, cerrando su despedida con las palabras que ella misma solía usar.
Copia del mensaje completo de Juanes
A veces hay cosas en la vida de las que nunca hubiera querido escribir; esta es una de esas…
El pasado lunes 8 de septiembre, a la 1 de la mañana, mi madre adorada emprendió el viaje hacia una mejor vida, llevándose con ella gran parte de mi existencia. Alicia fue sabia, generosa, optimista, la mejor mamá y abuela, la mejor esposa, la consejera, la chistosa, la indispensable, la única, la irreverente, la insustituible; la que siempre tenía una sonrisa o un buen consejo en mis peores momentos de ansiedad; a la que llamaba todos los días, desde donde estuviera para pedirle su bendición; la que me enseñó la fe a través del amor; la que me enseñó a creer en mí; la que me trajo a este mundo.
A veces siento que, de verdad, se llevó todo. Pero fue, y será, tan eterna que me deja una luz inmensa que ocupará su vacío. Sé que será imposible acostumbrarme a su ausencia pero tengo la certeza de que ella estará en todas partes, al mismo tiempo y mas cerca de mí.
Mi hermana Luz, su hermana Adíela y mi padre Javier ahora pueden abrazarla, y ella está feliz en la paz y el descanso eterno. El duelo es un proceso lleno de puertas que se abren y se cierran, un camino indescifrable que quizá dura toda la vida.
Aquí sigo, buscando en mí la fuerza para continuar, con el inmenso agradecimiento a todos y cada uno de los mensajes que me han hecho llegar de todas partes. Les agradezco en el alma el detalle que han tenido conmigo y mi familia.
Y como decía mi mamá… LOS ADORO.

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