En Colombia, miles de menores continúan en lista de espera por un órgano que les permita sobrevivir. Según cifras del Ministerio de Salud, 3 732 personas aguardan un trasplante renal y los niños hacen parte de esta realidad. En el caso del hígado, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que en la región menos del 10 % de las necesidades están cubiertas.
El Hospital Infantil San Vicente Fundación, centro de referencia nacional en trasplantes pediátricos, acumula más de mil procedimientos en menores y trabaja en la reactivación de su programa hepático con donantes cadavéricos y planes de donación en vida.
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“Muchas de las enfermedades que llevan a un trasplante en niños son congénitas. En hígado, por ejemplo, vemos síndromes como el de Alagille o hepatitis autoinmune; en riñón, malformaciones que se manifiestan desde los primeros años”, explica Claudia Patricia Franco Arenas, coordinadora de trasplantes de la institución.
Los datos del Instituto Nacional de Salud muestran que, entre enero y septiembre de 2023, en Colombia se realizaron 45 trasplantes renales y 64 hepáticos en menores de edad, cifras que revelan la brecha entre demanda y disponibilidad de órganos. Superar esta distancia exige aumentar la cultura de donación y derribar temores infundados.
El Hospital identifica cinco ideas erróneas frecuentes:
- “Las enfermedades hepáticas son de adultos que consumen alcohol”: en niños predominan causas genéticas, congénitas o autoinmunes.
- “Los niños no pueden recibir órganos de adultos”: técnicas como el trasplante dividido de hígado o la colocación de riñones en la pelvis infantil lo hacen posible.
- “Solo se dona después de morir”: la ley colombiana permite donación en vida entre familiares hasta quinto grado de consanguinidad.
- “Donar un riñón deja secuelas permanentes”: una persona sana puede vivir con un riñón bajo control médico y hábitos saludables.
- “El sistema de donación tiene riesgos ocultos”: todos los procesos están regulados por el Instituto Nacional de Salud con trazabilidad y supervisión legal.
Con 65 años de experiencia y equipos especializados, el Hospital Infantil combina tecnología, acompañamiento familiar y programas de educación ciudadana para fomentar la confianza en el sistema. “Conversar sobre donación en casa facilita una decisión que puede transformar vidas; cada órgano es una oportunidad de futuro para un niño”, señala Franco Arenas.
El centro médico insiste en que fortalecer la cultura de donación es una prioridad de salud pública. Reducir los mitos y ampliar la información es clave para cerrar la brecha que separa a cientos de menores de un tratamiento que les devuelve la esperanza.
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