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Fotos: EFE.
Tras el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, que terminó con empate sin goles entre Atlético Nacional y Sao Paulo, decenas de hinchas protagonizaron un violento enfrentamiento en la tribuna norte del estadio Atanasio Girardot.
El conflicto se originó minutos después del pitido final, cuando provocaciones entre las barras de ambos equipos se intensificaron y algunos aficionados rebasaron la cuerda divisoria instalada para separar a las hinchadas. La policía antidisturbios de Medellín intervino para controlar la situación y logró detener a varios seguidores.
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Entre ellos, las autoridades individualizaron a Allan Aquino de Souza, hincha de Sao Paulo, quien inició los desmanes. Según el reporte oficial, Aquino intentó cambiarse de camiseta y ocultarse para evadir a las autoridades, pero fue identificado gracias a cámaras de seguridad y a la intervención policial. Se le aplicó la Ley 1801, recibió un comparendo y multa, fue trasladado al Centro de Traslado por Protección (CTP) donde pasará la noche, y mañana será llevado a Migración para solicitar formalmente su deportación y negar su reingreso al país en futuras ocasiones.
El secretario de Seguridad y Convivencia de Medellín, Manuel Villa, aseguró:
“Que no crean que van a venir a Medellín a empañar la fiesta y la cultura del fútbol y que nada les va a pasar. Con autoridad les vamos a demostrar que están muy equivocados. La seguridad y el respeto en nuestros estadios son prioridad, y continuaremos trabajando para proteger a los ciudadanos y a quienes disfrutan del deporte de manera pacífica”.
Las autoridades continúan investigando el incidente y reforzarán la vigilancia en próximos partidos para garantizar la convivencia y la seguridad de los asistentes.
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