Gobierno entregó 120 hectáreas de la Hacienda Nápoles a mujeres víctimas del conflicto armado

hace 1 semana 13

La Hacienda Nápoles, alguna vez emblema del poder y la ostentación de Pablo Escobar, se convierte hoy en escenario de reparación y esperanza. El Gobierno Nacional, a través de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), oficializó la entrega de parte de sus terrenos a mujeres víctimas del conflicto armado, quienes por más de 17 años exigieron la restitución de las tierras que les fueron arrebatadas.

En total, fueron adjudicadas 120 hectáreas del antiguo complejo de más de 4.000, ubicadas en el Magdalena Medio antioqueño, específicamente en el municipio de Puerto Triunfo. Estos predios, arrebatados décadas atrás y posteriormente sometidos a procesos de extinción de dominio tras la muerte del capo en 1993, habían permanecido en disputa por su uso y administración.

“Se empezó a recuperar la Hacienda Nápoles para las víctimas”, celebró el presidente Gustavo Petro, al destacar la entrega como parte de su política de reforma agraria. “Después del narco Escobar, sus herederos políticos y económicos quisieron quedarse con la hacienda”, añadió el mandatario.

Felipe Harman, director de la ANT, precisó que el parque temático que actualmente opera en el lugar ocupa cerca de 300 hectáreas, mientras que el resto del terreno debía destinarse a proyectos de beneficio social y productivo. “Hay una inmensa ocupación de tierra sobre la que no tenemos información clara. Se debe evitar un uso irregular de los terrenos que debían promover el desarrollo territorial”, señaló.

Flor Marina Andrade, representante legal de ASODO, aseguró que esta entrega marca un punto de inflexión en la historia de las mujeres campesinas del Magdalena Medio. “Hoy empieza una nueva etapa. Estas tierras serán cultivadas para garantizar la soberanía alimentaria y el desarrollo comunitario. Es el fin de un camino largo y difícil”, expresó.

Los proyectos productivos que se desarrollarán en los predios incluyen la siembra de café, plátano, aguacate, maíz y fríjol, bajo un modelo de producción agropecuaria sostenible. Las beneficiarias contarán con acompañamiento técnico y seguimiento por parte de la ANT, para asegurar el cumplimiento de los fines establecidos.

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