El Ejército ratificó, durante la noche del domingo 27 de abril, el homicidio de seis soldados en una emboscada perpetrada por disidencias bajo el liderazgo de alias Calarcá. De acuerdo con las investigaciones, la agrupación ilícita aparentemente había deliberado y organizado el asalto contra un pelotón del batallón Joaquín París, ubicado en el Guaviare.
El atentado dirigido contra el destacamento militar sucedió en la mañana del domingo, mientras los soldados proporcionaban seguridad al antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de Charras, en el departamento previamente mencionado.
El ataque fue reivindicado por el grupo disidente conocido como frente Jorge Briseño, bajo el liderazgo de ‘Calarcá’. El Ejército ha identificado a los seis militares que perdieron la vida y ha expresado su pesar por estas muertes. Las víctimas incluyen al Sargento Viceprimero Darwin Pérez Sánchez y a los soldados profesionales Jairo Arteaga Estrada, Anderson Steven Bohórquez Ospina, Juan David González Fernández, Carlos Andrés Pushaina Pushaina y Moisés David Cuadros Ruiz.
Tras la emboscada en la que fallecieron estos soldados, los hombres de Calarcá despojaron a otro grupo de soldados que sobrevivieron al ataque y los retuvieron durante varias horas. Además, en acontecimientos que han suscitado condena, grabaron las amenazas dirigidas a los uniformados y se mofaron de la difícil situación en la que se encontraban.
“Una foto para el face”, dijo uno de los guerrilleros mientras mostraba a los soldados lesionados y amedrentados en un caserío del Guaviare. En horas de la tarde, los militares secuestrados fueron dejados en la comunidad Guanapalo, en zona rural de San José del Guaviare.
Las identidades de los sobrevivientes también fueron confirmadas: Comandante Cabo Tercero Peña Patiño y los soldados Eddy Neiva Saavedra, Ricardo Hernández Suárez, Duver Felipe Gutiérrez Vargas y Yurge Finca Pushaina. Estos militares serán piezas claves para conocer los pormenores de cómo fueron atacados.
En el Ejército también hay preocupación por el paradero del soldado profesional Jean Carlos Bolaño Romo, quien se encuentra desaparecido. En la zona donde ocurrió el atentado permanece un amplio grupo de militares recolectando pruebas y buscando al joven.
Ministro de Defensa rechazó el vil asesinato
Ministro de Defensa, Pedro Sánchez , rechazó el ataque y calificó como vil el asesinato de los seis militares, el secuestro de cinco más, ya liberados, y la desaparición de otro, a manos de las disidencias de alias Calarcá que delinquen en la zona.
“El ataque a nuestros militares que hacen parte de la protección a los firmantes de paz en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Charras, Guaviare, representa una traición a la transformación del territorio hacia la paz y constituye un crimen atroz que viola la ley colombiana”, manifestó Sánchez.
De hecho, esta facción de las disidencias sostiene diálogos de paz con el Gobierno del presidente Gustavo Petro, quien también pidió investigar las circunstancias en las que ocurrió el hecho.
Sánchez señaló que asesinar a un militar o a un policía es un grave delito que, según la legislación colombiana, acarrea penas de hasta 37 años de prisión, independientemente de que los grupos armados ilegales digan que cumplen el Derecho Internacional Humanitario.
Recordó, además, que el pueblo colombiano jamás ha avalado ni pedido la existencia del Clan del Golfo, el Eln o las disidencias de las Farc. “Estos grupos son, en esencia, ilegales y no deben existir”, dijo.
También mencionó que extorsionar, secuestrar, reclutar menores sus acciones y discursos incoherentes demuestran que “no les interesa la vida, la paz ni la protección del medioambiente”. El ministro Sánchez explicó que dio órdenes a la fuerza pública para emplearse en su máxima capacidad para proteger a la población y a los integrantes de la Policía y Ejército en cualquier escenario, “incluso durante la suspensión temporal de operaciones ofensivas contra las disidencias de las Farc de alias Calarcá”.
Y concluyó que “la paz es posible, pero no se mendiga”.