
Las protestas en apoyo a Palestina han enardecido el enfrentamiento entre el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y sus opositores en el departamento conservador de Antioquia. El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, justificó la represión a los manifestantes en la noche del martes con unas imágenes de un McDonald’s repleto de pintadas y rodeado por la movilización. “Los niños estaban con sus familias comiendo y jugando tranquilos, y [los participantes de la marcha] llegaron a generar miedo”, dijo. Casi en simultáneo, se viralizó un video en el que se ve cómo a un manifestante, que yace en el suelo, le patean la cara brutalmente. Los agresores no eran policías, sino unos contratistas de la Alcaldía que supuestamente se encontraban allí para promover el diálogo. El presidente Petro, que apoyó las protestas, reaccionó con furia en X y ordenó una comisión que investigue los hechos: “[Son] milicias fascistas, que golpean a la juventud y a los pobres”. El uno y el otro han usado la protesta para subirle el volumen a la retórica contra su contrincante.



