“Ser casi como la tierra y tener todavía esperanzas de andar, de amar”.
Santiago Dabove
Por Johan Sebastián Ochoa Alzate.
Presiento la estricta y dulce hora en que nadie ve caer las hojas de los árboles otoñales; el lamento indiferente del mar, que golpea las rocas sin amparo y enternece la arena; la gota que muere en un latido contra serenos lirios.
Pacto secreto con el olvido. Entretanto yo, quimera, sueño, aliento malsano y partida, me agito en ilusorios pesares y gozo incierta y malamente.
A menudo deseo, y pierdo, quiero, y dudo, desespero y enfurezco.
El tiempo, genio artesano, sin prisa desvanece los gritos, apaga la furia, labra los huesos y el polvo con los que elabora su trama.
Cuán difícil es entregarse a la nada, dejarse morir para ir siendo, ser nada más que un plazo, un movimiento.
Fatalidad de anhelar y apenas ser un grano entre la arena; poseer casi la lucidez para saber que es necesaria la renuncia; ser uno para comprenderse polvo.
-
Desencuentro
“Fatalidad de anhelar y apenas ser un grano entre la arena; poseer casi la lucidez para saber que es necesaria la renuncia; ser uno para comprenderse polvo”.
-
Borges, Cortázar y la literatura fantástica
“Borges y Cortázar enriquecieron el género con cuentos que introdujeron formas modernas del laberinto, nuevos juegos de espejos y de dobles, nuevas representaciones de la monstruosidad, la fatalidad y el infinito”.