En noviembre de 2025 el mercado laboral colombiano mostró una mejora importante; luego de que la tasa de desempleo nacional se ubicara en 7%, un dato que según el Dane, es la cifra más baja para un mes de noviembre desde 2001 y frente al 8,2% registrado un año atrás, la reducción de 1,1 puntos porcentuales confirma que la generación de nuevos puestos de trabajo se mantiene, aunque con la informalidad arriba del 55%.
En sus cuentas para el undécimo mes del año, la autoridad estadística informó que en el penúltimo mes del año “la tasa de desocupación nacional fue 7% en noviembre de 2025”; al tiempo que destacó que la tasa de ocupación llegó a 60,2%, mientras que la tasa global de participación alcanzó 64,7%. Dicho de forma simple, más colombianos están entrando al mercado laboral y, a la vez, están encontrando un puesto de trabajo formal o informal dentro de la economía.
El número de ocupados también registró un avance importante; ya que en noviembre de 2025 el país contó con 24,6 millones de personas ocupadas, lo que equivale a 993.000 más que en el mismo mes de 2024.
Así mismo, se observa que en el comportamiento trimestral, para el período septiembre–noviembre de 2025 la tasa de desempleo nacional fue 7,8%, también inferior en 1 punto porcentual frente al mismo lapso del año anterior. Igualmente, la ocupación trimestral se ubicó en 59,5%, mientras la participación fue de 64,5%, consolidando un panorama en el que más personas participan activamente de la fuerza laboral colombiana.
“En cuanto a la brecha de género en la Tasa de Desocupación para el total nacional, se ubicó en 5,5% para los hombres frente al 9,1% de las mujeres; disminuciones estadísticamente significativas. Esto representó una brecha de 3,5 p.p., la más baja de toda la serie histórica”, agregó el Dane.
Revisión por sectores
Al revisar el comportamiento del mercado laboral por sectores, el Dane informó que durante noviembre de 2025 los mayores aportes provinieron de agricultura y pesca, con un aumento cercano a 312.000 ocupados, seguido por alojamiento y servicios de comidas, que incorporaron aproximadamente 247.000 trabajadores adicionales, y construcción, que sumó alrededor de 184.000 empleos; consolidándose como sectores que aportaron de manera decisiva al crecimiento de la ocupación total en el país.
En contraste, la industria manufacturera fue la actividad que más perdió puestos de trabajo; dado que reportó una disminución de aproximadamente 102.000 ocupados frente a noviembre del año anterior. El contraste entre ramas que crecen y ramas que caen muestra la heterogeneidad del mercado laboral y plantea un reto adicional para la política pública, que debe promover una recuperación más equilibrada por sectores productivos.
Entre tanto, cuando se analiza el empleo por posición ocupacional, el mayor aporte al aumento total se registró entre obreros y empleados particulares, que crecieron en 503.000 personas en el último año. A esto se sumó el incremento de 487.000 trabajadores por cuenta propia, dos grupos que explican la mayor parte del crecimiento de la población ocupada.
En sentido contrario, se observó una reducción entre patrones o empleadores, empleados del gobierno y trabajadores familiares sin remuneración y aunque estas caídas no anularon el incremento global del empleo, sí muestran que la recomposición del mercado laboral continúa y que la creación de puestos sigue concentrándose en posiciones particulares e independientes, mientras algunas modalidades de ocupación pierden participación dentro de la fuerza laboral del país.
Las cifras por ciudades también revelan fuertes contrastes regionales en los que las mayores tasas de desempleo se registraron en Quibdó, con 21,8%, seguida por Cartagena, con 12,6%, y Riohacha, con 11,7%. En estas capitales persisten brechas profundas respecto al promedio nacional, lo que muestra que, pese a la mejora general del mercado, todavía existen territorios con enormes desafíos en generación de empleo formal y sostenible.
En el otro extremo, varias ciudades presentaron tasas inferiores al promedio nacional. Entre ellas se destacaron Manizales Área Metropolitana, con 7,2%, Bogotá D.C., con 7%, y Villavicencio, con 6,8%; lo cual confirma que, en algunos mercados urbanos, la recuperación laboral ha avanzado más rápido y que existe un entorno relativamente más favorable para conseguir empleo durante el cierre de 2025 en Colombia.
Un elemento adicional del informe se relaciona con la población que no participa en el mercado laboral; punto en el que el DANE reveló que la población fuera de la fuerza laboral fue de 14,4 millones de personas, es decir, 204.000 menos que en noviembre de 2024. La mayoría de este grupo se dedica a oficios del hogar o a actividades educativas, y ambas categorías mostraron descensos, lo que sugiere una mayor incorporación de personas a la actividad productiva.
Al mismo tiempo, la caída del desempleo y el aumento de la ocupación no ocultan que persisten retos estructurales, como la brecha entre regiones, la pérdida de empleo en industria manufacturera o la alta participación del trabajo por cuenta propia. Sin embargo, las cifras de noviembre de 2025 permiten afirmar que el mercado laboral atravesó por un período de expansión que favoreció tanto a asalariados como a independientes en el país.
Por último, la afirmación de que se trata de la cifra más baja para un mes de noviembre desde 2001 resume la magnitud del avance y después de meses de volatilidad, choques externos y ajustes internos, los indicadores laborales muestran un comportamiento históricamente favorable; por lo que la clave hacia adelante será sostener este desempeño en un entorno económico que aún enfrenta retos en materia de crecimiento, productividad, inflación y confianza empresarial.

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