La idea surgió hace 16 años y fue tomando fuerza. En el salón de su casa de Vicente López, en Buenos Aires, Soledad Rodríguez Zubieta (SRZ) dice que en ese momento no había nada así. Le pasaba de entrar a un hotel y percibir que, luego de dar dos o tres pasos, dependiendo del tema que sonara en el lobby, la sensación que tenía del espacio cambiara. El edificio era el mismo, el color de las alfombras seguía igual, el olor del ambiente no variaba, dependiendo de la hora el ruido era más o menos similar y, sin embargo, aunque mantenía su clase, a veces el sitio parecía más moderno. Otras, un poco vintage.




