Me despertó el bombardeo alrededor de las 04:50 de la madrugada del sábado 3 de mayo en Old Fangak (Sudán del Sur). Podía oír los helicópteros sobrevolando y a la gente gritando por todas partes. Cada vez que escuchaba los helicópteros, temía por mi vida, por la de la población, por los pacientes y por el personal. El bombardeo continuó durante aproximadamente una hora. Todo lo que se oía eran los disparos y los gritos de la gente.