Ciudad Juárez, con las heridas abiertas, recibe a la presidenta

hace 2 semanas 17

Dulce tiene 14 años, lleva en sus manos la última esperanza de cientos de personas que buscan a sus familiares entre los 386 cuerpos hallados en el crematorio Plenitud, el infame lugar donde se mantuvieron sin incinerar durante años los cuerpos de sus seres queridos. Se abre paso entre una multitud compactada y echa a correr sin pensarlo mucho para subirse en el estribo de la camioneta negra en la que este viernes viaja la presidenta, Claudia Sheinbaum. El vidrio del lado del copiloto se baja, la presidenta la abraza y Dulce alcanza a darle una hoja. La hoja es, básicamente, una carta de auxilio. En ella, le piden que los escuche, que les regale un poco de tiempo para explicarle por qué es necesario que la investigación la tome la Fiscalía General de la República (FGR), porque sienten que pasan los meses y no avanzan. Porque no tienen el cuerpo de sus familiares y, por lo tanto, tampoco tienen descanso, todavía.

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